Muchos autónomos aún desconocen su próxima obligación de adoptar la factura electrónica.

Entra en vigor el 1 de julio de 2025

A pesar de que la factura electrónica será obligatoria para todos los autónomos y pymes, muchos aún desconocen que ya pueden implementarla en sus negocios. Los expertos destacan que es posible empezar a usarla de inmediato, aprovechando incluso las ayudas del Kit Digital para reducir su coste.

Aunque su uso será obligatorio para miles de negocios a partir del próximo año, una gran parte de los autónomos aún no sabe que deberán comenzar a utilizar la factura electrónica en julio de 2025. Según los expertos consultados, este desconocimiento se debe a la persistencia en la emisión de facturas en papel y a la escasa promoción que el Gobierno ha dado a esta nueva obligación.

Las fechas de aplicación de la factura electrónica para autónomos y negocios se establecen en la Ley Crea y Crece, la cual concede un año desde la publicación del reglamento para aquellos negocios con una facturación superior a los ocho millones de euros, y dos años para los que facturen menos. Por lo tanto, si la normativa se publica este año, la mayoría de los autónomos y microempresas no estarán obligados a contar con un software de facturación electrónica hasta 2026.

Sin embargo, la Ley Antifraude podría adelantar la obligatoriedad de la factura electrónica para muchos negocios. Esto se debe a que, a partir del 1 de julio de 2025, todos los autónomos que ya utilicen sistemas informáticos de facturación deberán contar con un software homologado que cumpla con los nuevos requisitos.

Por esta razón, los expertos recuerdan que los sistemas de facturación electrónica no solo agilizan el trabajo que en ocasiones realizan los autónomos manualmente, sino que también son una de las opciones en las que se pueden emplear los bonos del Kit Digital.

Factores que ralentizan la adopción de la factura electrónica en los negocios

Desconocimiento generalizado entre los autónomos

En primer lugar, muchos autónomos aún ignoran que próximamente estarán obligados a utilizar la factura electrónica. Los expertos atribuyen este hecho a que “el Gobierno, aunque decidido a implementar la norma, no ha hecho suficiente publicidad al respecto”, lo que podría llevar a que muchos no estén preparados cuando llegue el momento.

En este sentido, un reciente estudio realizado por Sage reveló que un 80% de las pymes desconocen los detalles clave sobre la factura electrónica y no saben los pasos que deben seguir para su adopción.

Percepción errónea de la complejidad de la facturación electrónica

Otro factor que frena la adopción de la factura electrónica en muchos pequeños negocios es la creencia de que es un proceso complicado. “Algunos autónomos lo perciben como algo muy difícil de implementar”, señalan los expertos.

Sin embargo, el objetivo de las empresas de software es simplificar el proceso, permitiendo que, con unos pocos clics, se pueda emitir una factura con todos los datos requeridos en los formatos obligatorios y remitirla a Hacienda de inmediato, según lo establecido por la ley.

Un ejemplo ilustrativo es el de un autónomo dedicado a las reformas, que elabora sus facturas los domingos en casa, tras una semana de trabajo. Este tipo de profesionales aún realizan sus facturas en un documento de texto, las anotan en una hoja de cálculo y las envían una a una por correo electrónico. Los programas de facturación electrónica automatizan estas tareas y ofrecen un mayor control del negocio.

Según el estudio de Sage, este escenario ocurre en el 39% de las pymes, mientras que solo un 24% de los negocios encuestados utilizan sistemas de facturación profesionales.

Valoración positiva de la factura electrónica entre las pymes

A pesar de las dificultades para su adopción, las pymes que ya han implementado la factura electrónica valoran positivamente su uso. Por ejemplo, en el País Vasco, donde ya es obligatoria en algunas zonas, se destaca que, “aunque al principio los autónomos mostraron cierta resistencia, el proceso se ha agilizado y el colectivo está, en general, satisfecho.”

De manera similar, el 60% de las pymes encuestadas por Sage consideran positiva la implementación de la factura electrónica, superando los inconvenientes iniciales. Además, uno de cada cuatro empresarios cree que la facturación electrónica permitirá una mayor precisión en la financiación y una reducción de errores.

Por su parte, los asesores fiscales también subrayan los beneficios de la obligatoriedad de la factura electrónica, como la reducción de la morosidad, un mayor control de la facturación y una mayor facilidad para deducir gastos en las declaraciones de IVA y RENTA de los autónomos.

 

Fuente: autonomosyemprendedores.es

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